Para combatir el fenómeno se reclaman enfoques integrales, interdisciplinarios y de largo plazo que permitieran abordar todos los aspectos del ciclo de la trata y reconocer implícitamente las relaciones entre la trata de personas, la migración, el racismo y la discriminación racial.
Desde el punto de vista de algunos humanistas, la luchas contra esta práctica no sólo es deber de los gobiernos, sino que es responsabilidad de todos. Desde este enfoque, empresas, organizaciones de empleadores y trabajadores y las víctimas de esta discriminación y sus asociaciones, tiene interés y un papel que desempeñar a la hora de aumentar esfuerzos contra este fenómeno.

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